UN PAR DE ARTÍCULOS
ESTOS DOS ARTÍCULOS LOS LEÍ AYER (10 -12-2007) EN EL PERIÓDICO (CREO QUE LOS DOS ERAN DE "EL PAÍS") Y ME RESULTARON MUY INTERESANTES. POR ESO LOS TRANSCRIBO:
http://www.elpais.com/articulo/educacion/pesimismo/expertos/elpepiedu/20071210elpepiedu_1/Tes/
Son muchos los expertos que critican el exceso de tecnicismos de la gramática aplicada en primaria y secundaria, por entender que ello genera, en primer lugar, una escasa simpatía de los estudiantes hacia la lengua, y, por tanto, hacia la lectura, pero también porque el valioso tiempo empleado en cazar hiperónimos e hipónimos en un texto seleccionado con dudoso sentido práctico o siquiera estético podría emplearse en transmitir a los alumnos de que leer es algo útil, además de una fuente de placer que irán descubriendo a lo largo de su vida.
Pero no parece que la realidad camine en esa dirección. La literatura como tal ha desaparecido del plan de estudios. Sólo figura como optativa al final de la secundaria y no puntúa para la selectividad. Y la lengua que se enseña ahora persigue en 4º de ESO objetivos como descifrar los "marcadores discursivos" de un texto, buscar los vocativos y las conjunciones y reseñar los "complementos oracionales". Tres cursos antes, estos mismos alumnos habrán estudiado a los 11 años a los "narradores omniscientes", pero ya desde primaria habrán tenido que lidiar con ejercicios como éste, extraído de un texto de lengua de 3º (ocho años), de la editorial Anaya: "Descubre la silaba tónica de la palabra maquinista y construye con ella otra palabra en la que dicha sílaba tónica sea en esta ocasión la sílaba átona".
"Hay preguntas en los libros de texto que no las entiendo ni yo, que soy filólogo", dice el escritor Luis Landero, cuya obra literaria ha sido traducida a numerosos idiomas y lleva dedicado a la docencia desde 1978, los primeros 14 años en lengua y literatura. El multipremiado autor de Juegos de la edad tardía no recurre a eufemismos a la hora de diagnosticar: "Estamos creando algo monstruoso", dice. "Estamos formando un ejército de pequeños filólogos analfabetos, chicos que distinguen la estructura morfológica de una frase pero no comprenden su significado".
Los mismos chicos que hunden a España en PISA. Las primeras víctimas de un sinsentido que, en su opinión, arranca cuando, en la década de los ochenta, "unos pedagogos iluminados toman las riendas de la educación sin contar con los profesores y empiezan por llamar al recreo segmento de ocio. En lugar de simplificar, complican la enseñanza hasta crear un mastodóntico edificio gramatical que no sirve para nada".
Landero se refiere a las primeras leyes educativas de los Gobiernos de Felipe González, que arrastran hasta la LOE la supremacía de lo que denomina "tecniquerías", antídoto de todo cuanto nos reconcilia con el léxico. "Si no hay música no hay sintaxis, ni orden en el lenguaje", reflexiona. "¿Qué aprendíamos de pequeños al leer en voz alta o al recitar un poema? Música, aprendíamos la música de las palabras. La llave que nos abre las puertas".
Jóvenes del Tercer Mundo alerta de que la falta de educación amenaza la vida
LILA PÉREZ GIL - Madrid - 10/12/2007
La falta de acceso a la educación puede significar un riesgo para la vida, especialmente de mujeres y niñas en países empobrecidos. A esta alarmante conclusión ha llegado la Fundación Jóvenes del Tercer Mundo (www.jovenestercermundo.org) después de realizar un estudio sobre el estado de la educación en el mundo en colaboración con la Universidad Politécnica Salesiana (UPS) de Quito (Ecuador).
En esta investigación han constatado que, según datos repetidos por diversos informes de los organismos de las Naciones Unidas, más de 100 millones de niñas y niños no tienen acceso a la educación primaria. Además, el estado de alfabetización de 900 millones de adultos es tan lamentable, o sencillamente, nulo, que no tienen "los conocimientos necesarios para leer un libro, escribir su nombre o manejar un ordenador".
Para concienciar a los adolescentes y jóvenes españoles de este problema, esta fundación ha puesto en marcha el programa "Tú crees que las cosas en el mundo podrían cambiar. Nosotros lo sabemos", en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). A través de ella se intenta que alumnos de ESO, bachillerato y ciclos formativos, entre 12 y 20 años, "entiendan que la educación es imprescindible en la lucha contra la pobreza", como explicó Isaac Díez de la Iglesia, presidente de la fundación y ex docente en Santander. El sistema consiste en tres sesiones por aula en las que se explican tanto las actividades de la fundación, que mantiene más de 80 proyectos en 25 países, como las cosas que pueden hacer los alumnos para participar en la extensión de la educación en el mundo.
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